¿Dónde se pone la fruta?

¿Dónde se debe poner la fruta? Descubre cómo conservarla correctamente

Hoy vamos a responder a una pregunta muy importante: ¿Dónde poner la fruta? Pues son alimentos deliciosos y llenos de nutrientes que debemos cuidar para que se mantengan frescas y sabrosas. Colocándolas en un frutero en un lugar fresco, seco y con poca luz, alargaremos su vida útil.

Aunque algunas debemos llevarlas directamente a la nevera porque su maduración suele ser muy rápida y si nos descuidamos podríamos terminar echando a perder a todas las demás frutas.

En un frutero: Conservación en un lugar fresco, seco y oscuro

Recuerda que la velocidad de las reacciones enzimáticas aumenta con la temperatura, la cantidad de agua presente en la fruta y la humedad ambiental.

Por eso, es importante conservar las frutas y verduras en un lugar seco, fresco y oscuro. Sí aun no las quieres guardar en la nevera, puedes poner las frutas en un frutero bonito y ubicarlo en un lugar de tu hogar que cumpla estos requisitos. Puede ser en la cocina, comedor o salón.

Además, el envasado al vacío puede ayudar a preservar los alimentos. Al eliminar el contacto del alimento con el oxígeno del ambiente, se evita el desarrollo de microorganismos y se reduce el pardeamiento enzimático. Este proceso químico es responsable de cambios en el sabor, color y textura de los alimentos.

Las frutas, un mundo más delicado

Aunque hay frutas de todo tipo, la mayoría se conserva bien si las ponemos en la nevera, especialmente en los días calurosos de verano. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no debemos colocarlas unas sobre otras, ya que podrían aplastarse y perder su estructura.

Además, existen frutas más delicadas que se benefician de la frescura de la nevera. Las fresas, las cerezas y los higos, por ejemplo, se deben poner en un recipiente en la nevera, con papel absorbente debajo y sin cortarles el tallo. De esta manera, pueden durar hasta dos o tres días.

Frutas estivales y su conservación

Durante el verano, tenemos la suerte de disfrutar de deliciosas frutas de temporada como los albaricoques, las nectarinas o los melocotones.

Si están bastante maduros, podemos prolongar su vida útil al conservarlos en la nevera. Para hacerlo, es ideal guardarlos en una bolsa de papel en un lugar fresco de la cocina.

Si vemos que van madurando rápidamente, los metemos en el frigorífico. Eso sí, en el caso que pelamos o troceamos las frutas, debemos conservarlas en el frigorífico para mantener su frescura por más tiempo y preferentemente rociar con zumo de limón o lima para evitar la oxidación.

Gas etileno y frutas climatéricas

Existe un gas llamado etileno, conocido como «la hormona de maduración de la fruta». Algunas frutas lo desprenden y esto ocasiona que sigan madurando incluso después de ser recolectadas. Estas frutas se llaman frutas climatéricas.

Ejemplos de frutas climatéricas son las manzanas, peras, plátanos, melones, aguacates, albaricoques, higos, nectarinas, melocotones, ciruelas, tomates y mangos.

Por otro lado, hay frutas no climatéricas, que no maduran una vez recolectadas. Si se recogen demasiado verdes, se estropearán antes de alcanzar una madurez adecuada. Algunos ejemplos de frutas no climatéricas son las cerezas, uvas, naranjas, piñas y sandías.

También existen verduras no climatéricas como el brócoli, la calabaza, la zanahoria, la lechuga y la berenjena. Es importante saber si una fruta es climatérica o no, ya que si las guardamos juntas, podemos acelerar su maduración. Esto puede ser positivo o negativo, dependiendo de nuestras necesidades.

Consejos finales para conservar frutas y verduras

Aquí tienes algunos consejos finales que debes saber sobre

la conservación de frutas y verduras:

  1. No todas las frutas y verduras deben guardarse en la nevera. El frío y la humedad no son buenos para todas ellas, así que ten en cuenta el punto de maduración de cada una antes de decidir dónde guardarlas.
  2. Es conveniente mantener separadas las frutas y verduras que desprenden gas etileno de las que no. Esto ayudará a evitar una maduración excesiva o prematura.

Espero que estos consejos te sean útiles para conservar tus frutas y verduras frescas y deliciosas por más tiempo.

¡A disfrutar de las frutas!

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